Son muchas las ocasiones en las que una empresa, entidad, foro o medio de comunicación nos pregunta sobre cómo elegir la mejor tecnología para una determinada empresa. La respuesta a esta pregunta es muy sencilla, ya que viene a ser lo mismo que preguntar cuál es el mejor vehículo que puedo comprar, o cuál es el proceso de negocio en el que más foco debo poner. La respuesta a todas estas preguntas es la misma: depende.
Hablar de tecnología es sencillo hasta que entramos al detalle, y en lugar de hablar en abstracto empezamos a concretar. Es por ello que desde UNO hemos elaborado recientemente un informe junto a T-System para intentar servir de guía o ayuda a aquellas empresas o profesionales que se encuentran ante esta tesitura.
Cómo seleccionar la mejor tecnología para potenciar tu empresa
En este artículo voy a intentar resumir cuál sería el punto de partida y los aspectos más importantes que cualquier profesional o empresa debe tener en cuenta a la hora de empezar a digitalizarse e innovar. Para ello, comenzaré respondiendo a estas tres preguntas:
- ¿Qué problema es el que queremos solucionar con tecnología o qué oportunidad es la que queremos abordar?
- ¿Con qué tecnología?
- ¿Cómo hacer la inversión?
La respuesta a estas preguntas es la clave para que el proceso de invertir e implantar tecnología sea exitoso, y el obviar cualquiera de ellas provocará que suframos un verdadero quebradero de cabeza.
En relación a la primera pregunta, siempre decimos que la tecnología es el medio para resolver un determinado problema, no la solución al mismo. Por tanto es clave que las personas encargadas de un determinado proceso hagan un ejercicio para detectar qué quieren resolver y cuál es el destino al que quieren llegar.
A continuación, en función de la problemática, nos encontraremos con un conjunto de tecnologías que podremos utilizar de forma unitaria o agregada, y es donde nos damos cuenta de que hay tecnologías que son más importantes o catalizadoras en general y otras mucho más concretas y específicas. Por ejemplo, y haciendo de nuevo referencia al informe que hemos publicado recientemente junto a T-Systems, la ciberseguridad, la analítica de datos, inteligencia artificial, IoT y el 5G son las tecnologías clave y que están despuntando en este momento. Por otro lado, nos encontramos tecnologías como blockchain, AR, VR o gemelos digitales, más específicas y que tienen un menor número de usos. Es importante hace esta diferenciación para tener claros ciertos aspectos, como que, por ejemplo, cuanto mayor sea el uso de una tecnología, más fácil resulta encontrar soluciones a errores que puedan surgir durante la implantación, más soporte hay, más empresas especializadas existen…

Finalmente, una vez conocida la tecnología, lo normal es que nos encontremos con múltiples herramientas, proveedores y formas de implantarla. Aquí debemos decidir si realizamos un desarrollo a medida, totalmente adaptado y creado a nuestras necesidades; si compramos una solución de mercado; o si buscamos en el sistema startup para adquirir la solución.
Analizando estas tres cuestiones, podemos observar que el detalle de innovar o digitalizarse es mucho más amplio de lo que parece, y si bien estas tres preguntas planteadas al inicio son clave, hay otros dos aspectos no menos importantes que también creo que cualquiera que vaya a hacer una inversión o a implantar tecnología debe plantearse: las personas y la madurez tecnológica de la empresa.
Las personas son la clave en cualquier proceso, ya sea tecnológico o no. Debemos saber qué equipo estará involucrado no sólo en la implantación, sino en el uso. Casi todos hemos vivido procesos de implantaciones de herramientas, programas o dispositivos que han fracasado porque las personas que tenían que utilizarlos o no sabían, o se enfrentaban a múltiples complicaciones o acababan cesando en su empeño, ¿verdad?. Absolutamente clave.
Finalmente, la madurez digital de la empresa. Normalmente, lo ideal en cualquier implantación tecnológica es que esté impulsada o fuertemente apoyada desde el CEO, director general o Comité de Dirección de la empresa. Es decir, el ADN tiene que venir de arriba y catalizarse hacia abajo, rara vez al contrario. Por tanto, si en nuestra empresa queremos implantar una tecnología muy novedosa pero la mayoría del equipo utiliza herramientas arcaicas, o el responsable de la misma no está muy a favor de la tecnología, igual es mejor avanzar paso a paso que hacerlo a marchas forzadas.
Hasta aquí este artículo sobre cómo elegir la mejor tecnología para tu empresa, espero que haya sido interesante y que a partir de ahora, siempre que alguien diga que hay que digitalizarse o innovar, empecéis a haceros todas las preguntas que hemos tratado.
¡Un abrazo y hasta el próximo post!